Queridos amigos, hoy quiero contarles que me di una vuelta por el Park Güell, un lugar muy especial sin duda alguna. Se trata de un parque urbano reconocido como patrimonio de la Humanidad, ubicado en la montaña del Carmelo, en uno de los extremos de Barcelona. Situado a una altura considerable, ofrece una vista panorámica hermosa de la ciudad y de algunas de las joyas arquitectónicas que la adornan.
El parque se divide claramente en dos zonas, una 'exterior' natural de acceso gratuito, en la cual se pueden observar, entre otras cosas, los viaductos y las casas que se construyeron como parte de un proyecto de urbanización que quedó inconcluso (entre ellas la casa museo de Gaudí) y que dio lugar al parque que disfrutamos hoy.
Esta parte del parque ofrece un ambiente tranquilo, rodeado de árboles y con buenas vistas de la ciudad. Me parece un buen lugar para relajarse con un largo paseo por el sendero. También me dio la impresión de que puede ser un buen lugar para leer con tranquilidad, pero no lo intenté y si me preguntan no lo recomiendo en invierno ;)
La segunda zona es la de monumentos (no es gratuita, cobran 8 euros la entrada), en ella se encuentran las construcciones modernistas más representativas del parque y algunas de las obras más reconocidas de Gaudí. Está construida en tres niveles principales, en los que se observan la plaza de la naturaleza, los jardines de Austria, la sala hipóstila, la escalera monumental y por supuesto la casa del guarda.
La plaza de la naturaleza es un espacio enorme, según entiendo está pensada para ser un teatro griego, y me parece que en algún momento se realizaron eventos cívicos aquí. El borde está decorado por una serpiente de cerámica increíble, esto junto con la sala hipóstila son obra de Josep Maria Jujol.
Los jardines de Austria son unos jardines que en invierno se ven normales, estoy seguro que en primavera deben de ser algo mucho más extraordinario, ya veremos...
La sala hipóstila está debajo de la plaza de la naturaleza y de hecho sostiene una parte de la misma. Tiene ochenta y seis columnas, pero para ser sincero estando allí no sientes que sean tantas. De hecho da una sensación extraña, al recorrerla parece que el final siempre está cerca pero te tardas bastante en recorrerla de un lado al otro. Las columnas de la periferia están inclinadas y le dan un aspecto muy imponente al edificio, además de que la cornisa está adornada con gárgolas (que drenan cuando llueve y debe ser algo digno de contemplar) y con 'gotas de agua petrificadas'.
El techo está compuesto por pequeñas cúpulas que digamos que parece un cartón de huevos ;). Ah, pero eso sí, de cerámica y construido con la técnica llamada 'bóveda catalana'. Un techo singular sin duda, y sí, parece una casa de caballero del zodiaco.
La escalera monumental tiene de todo, me tardaría muchísimo tratando de describirla y no lograría hacerlo bien. Así que me limitaré a decirles que en ella se encuntra la salamandra (o dragón) que se volvió el ícono del trabajo de Gaudí y uno de los elementos más reproducidos en cuanto a símbolos de la ciudad se refiere. Les dejo una imagen general del lugar y les quedo a deber los detalles.
La casa de guarda estaba pensada para ser la residencia del portero de la urbanización (ahí les encargo) y es una casa increíble. Tiene texturas caprichosas y me hace pensar en una casa de galletas de jengibre :)
Por dentro es muy sencilla, pero con mucha luz natural que entra por el gran número de ventanas y es distribuida por las diferentes 'bóvedas' que se encuentran sobre los muros. Aquí te cuentan la historia del proyecto de urbanización que dio origen al parque y te ponen videos con fragmentos biográficos de Eusebi Güell y Antoni Gaudí, es decir, se pone bueno el chisme.
Frente a la casa de guarda está la conserjería, que estaba pensada para ser la recepción de la urbanización. Otro edificio magnífico, con una exquisita cruz de cuatro brazos sobre una torre de cerámica. Una obra increíble.
Y vean cómo es el atardecer invernal dentro de la casa de guarda...
¡Hay papayas de Celaya! ;)
