Qué tal todos,
hace poco menos de una semana que llegué a Barcelona. En general me ha ido bien, más que bien de hecho,.Aunque ya saben que conmigo no faltan problemitas menores (reales e imaginarios) que hacen siempre que las cosas sean un poco más difíciles de lo que me esperaba (me consuelo pensando que a todo el mundo le pasa igual), pero nada serio en realidad.
Aquí van mis primeras impresiones:
La ciudad: Hermosa, con una muy buena combinación entre edificios de estilos antiguo y moderno (por decirlo de alguna manera), aunque pienso que tal vez se pudo haber conservado un estilo antiguo más homogéneo en algunas calles que habría quedado espectacular. Las calles son amplias y muy agradables, mucho sol y muchos árboles por todos lados. Realmente me anima mucho salir a dar la vuelta. Me parece que el transporte colectivo es muy bueno, puedes atravesar la ciudad rápidamente y puedes acercarte mucho a tus destinos si combinas los autobuses con el metro, además de que no te cobran al hacer el cambio de transporte, aquí te cobran más bien por el viaje.
La gente: Cálida. A pesar de que la mayoría de las personas van muy concentradas en sus cosas y a veces medio mal encaradas, se nota (por lo que he visto y escuchado en el metro y la calle) que tienen un sentido muy desarrollado de la sociedad y la convivencia. Conmigo casi todos han sido muy amables, y cuando he pedido ayuda nunca me la han negado. Además aquí están muy acostumbrados al uso de la bicicleta (como medio de transporte urbano), a la lectura y al deporte. Me llama la atención que aquí casi no he visto niños pequeños clavados en el smartphone, y en muchos casos he visto que van con equipo deportivo y que además las actividades las hacen con sus papás.
El BSC-CNS (y el campus norte de la UPC): De primer mundo. Cuenta con todo lo que se necesita para estudiar y trabajar (con lo que sabía que necesitaba y con lo que no). Claro que todavía no he comenzado a chambear en forma porque primero hay que arreglar un montón de cosas de alojamiento, trámites y demás, pero ya vi algunas instalaciones y la manera de trabajar del grupo y me parecen extraordinarios. Realmente es un privilegio estar aquí, me siento muy afortunado.
La crisis: Se siente en el ambiente. Aunque la calidad de vida que se percibe en la ciudad es muy buena, hay un ambiente de preocupación general y de descontento. Al parecer hay mucha gente sin empleo viviendo situaciones realmente difíciles. De esto les cuento más conforme vaya averiguando.
Mis compatriotas que andan por acá: Son la onda. Prácticamente todos me han tendido la mano, me han hecho recomendaciones muy útiles y me han hecho sentir en familia, siempre escuchan con mucho interés las dificultades que tengo y me ofrecen soluciones al instante. Aquí hay una excelente colección de mexicanos, tal y como la que conozco en México y que se encuentra ahora en nuestro país, no puedo más que esperar estar a la altura de tan distinguidas personas.
El síndrome del Jamaicón: Existe, aunque no aqueja a todos : )
Bueno, estas son mis primeras impresiones, luego les digo si con el transcurso del tiempo cambia alguna de ellas. Un fuerte abrazo a todos.
Aquí van mis primeras impresiones:
La ciudad: Hermosa, con una muy buena combinación entre edificios de estilos antiguo y moderno (por decirlo de alguna manera), aunque pienso que tal vez se pudo haber conservado un estilo antiguo más homogéneo en algunas calles que habría quedado espectacular. Las calles son amplias y muy agradables, mucho sol y muchos árboles por todos lados. Realmente me anima mucho salir a dar la vuelta. Me parece que el transporte colectivo es muy bueno, puedes atravesar la ciudad rápidamente y puedes acercarte mucho a tus destinos si combinas los autobuses con el metro, además de que no te cobran al hacer el cambio de transporte, aquí te cobran más bien por el viaje.
La gente: Cálida. A pesar de que la mayoría de las personas van muy concentradas en sus cosas y a veces medio mal encaradas, se nota (por lo que he visto y escuchado en el metro y la calle) que tienen un sentido muy desarrollado de la sociedad y la convivencia. Conmigo casi todos han sido muy amables, y cuando he pedido ayuda nunca me la han negado. Además aquí están muy acostumbrados al uso de la bicicleta (como medio de transporte urbano), a la lectura y al deporte. Me llama la atención que aquí casi no he visto niños pequeños clavados en el smartphone, y en muchos casos he visto que van con equipo deportivo y que además las actividades las hacen con sus papás.
El BSC-CNS (y el campus norte de la UPC): De primer mundo. Cuenta con todo lo que se necesita para estudiar y trabajar (con lo que sabía que necesitaba y con lo que no). Claro que todavía no he comenzado a chambear en forma porque primero hay que arreglar un montón de cosas de alojamiento, trámites y demás, pero ya vi algunas instalaciones y la manera de trabajar del grupo y me parecen extraordinarios. Realmente es un privilegio estar aquí, me siento muy afortunado.
La crisis: Se siente en el ambiente. Aunque la calidad de vida que se percibe en la ciudad es muy buena, hay un ambiente de preocupación general y de descontento. Al parecer hay mucha gente sin empleo viviendo situaciones realmente difíciles. De esto les cuento más conforme vaya averiguando.
Mis compatriotas que andan por acá: Son la onda. Prácticamente todos me han tendido la mano, me han hecho recomendaciones muy útiles y me han hecho sentir en familia, siempre escuchan con mucho interés las dificultades que tengo y me ofrecen soluciones al instante. Aquí hay una excelente colección de mexicanos, tal y como la que conozco en México y que se encuentra ahora en nuestro país, no puedo más que esperar estar a la altura de tan distinguidas personas.
El síndrome del Jamaicón: Existe, aunque no aqueja a todos : )
Bueno, estas son mis primeras impresiones, luego les digo si con el transcurso del tiempo cambia alguna de ellas. Un fuerte abrazo a todos.
